Cuando llevas algún tiempo buscando empleo, descubres que no siempre cumplir los requisitos básicos para desempeñar un puesto de trabajo, te garantiza avanzar en el proceso de selección.
La falta de tiempo y recursos lleva a las empresas a descartar la mayoría de candidaturas en las primeras fases del proceso selectivo. Como resultado, sólo un pequeño número de ellas son evaluadas en profundidad para el puesto.
¿En qué consiste la prueba de los 6 segundos?
6 segundos es el tiempo, que según estudios recientes, como “Keeping an eye on recruiter behavior” realizado por la empresa The Ladders, toma a los reclutadores decidir sobre un CV en una primera fase del proceso de selección.
De ahí el título del post, y nuestro objetivo de ayudarte a estar entre ese pequeño número de personas afortunadas. Hoy queremos mostrarte las 7 claves a seguir para que tu CV supere la prueba de los 6 segundos.
Como complemento de este post, te aconsejamos que le eches un vistazo a las entradas Sácale Partido a Línkedin en 7 Pasos y 10 Claves para que no te descarten en Infojobs, te serán de utilidad para superar esta fase, cuando los CV´s son seleccionados de una base de datos.
7 claves para que tu CV supere la prueba de los 6 segundos:
-
Encabeza el CV definiendo tu perfil profesional.
Incluye en algún lugar visible un pequeño extracto de tu perfil u objetivo profesional. La mejor ubicación, es debajo de tu nombre, simulando una tarjeta de visita.
-
Escoge una foto adecuada para el CV y acorde al puesto.
Evita cometer los errores sobre los que advertimos en la anterior entrada 10 Fotos que nunca deberías usar en tu CV.
-
Facilita la lectura rápida del texto.
Utiliza una tipografía legible e inteligible en un tamaño de 10-11 puntos. Si no quieres arriesgarte, escoge entre algunas de las tipografías de palo seco o sin serifa que te proponemos más abajo. Si prefieres las letras con serifa, Cambria es una buena opción. En cualquier caso, evita combinar distintas tipografías, con la única excepción de tu nombre o los titulares de los apartados, o conseguirás cansar la vista al lector.
Al maquetar el texto, haz uso de las tabulaciones para dotar a los contenidos de una estructura y jerarquía coherente, y emplea un interlineado más amplio para distinguir diferentes experiencias laborales y formativas dentro de un mismo apartado, y para separar unos apartados de otros.
Emplea la negrita para resaltar la información más relevante: títulos académicos, puestos de trabajo desempeñados, idiomas, carné de conducir, o aquella que te capacita para el trabajo en cuestión. Puedes usar las mayúsculas para datos como los nombres de las empresas en las que has trabajado, o los enunciados de los apartados, pero no abuses de ellas, porque se leen con mayor dificultad. Por este mismo motivo, debes utilizar cursivas exclusivamente para aquella información menos relevante, como las fechas, o las horas de los cursos realizados.
-
NO te enrolles.
Piensa en el CV como un espacio publicitario carísimo. No aburras al lector con redacciones muy extensas, que resten visibilidad a los datos claves. Es preferible seleccionar la información y sintetizar.
Se recomienda una extensión de una página para perfiles con escasa o nula experiencia, o dos para perfiles con mayor trayectoria profesional.
Aporta sólo la información relevante para el puesto, aquella formación, experiencia y conocimientos que te capacitan para el trabajo a desempeñar, y marcan la diferencia con el resto de candidatos.
-
El Orden importa.
Tanto la organización de los apartados como el orden dentro de cada uno de ellos, deben ayudarte a hacer destacar lo más interesante y relevante de tu CV de cara al desempeño del trabajo en cuestión.
Es decir, si estás buscando trabajo en una posición en la que no tienes experiencia, pero cuentas con una gran preparación académica, incluyendo por ejemplo, un máster reciente, te conviene poner primero la formación académica, y después la experiencia, y dentro de cada apartado, ordenar los méritos desde lo más reciente a los más antiguo, es decir, utilizar el orden cronológico inverso.
Si por el contrario, cuentas con una amplia experiencia profesional en la misma posición, pero tu formación académica no guarda relación con ella, es mejor que empieces hablando de tu experiencia, y dejes la formación académica en un segundo plano. En este caso, puedes apoyarte en el pequeño extracto de tu perfil profesional del que hablamos en el punto 1 para definirte mejor. Por ejemplo: Experta en Gestión de Formación continua, con más de 10 años de experiencia y titulación universitaria.
Por último, si cuentas con formación y experiencia en tu profesión, pero en los últimos años te has desviado notablemente de tu campo, te conviene más utilizar el orden cronológico, de forma que el lector empiece por ver aquellos méritos más relacionados con el puesto al que aspiras.
Una última forma de ordenar la información, es la correspondiente al CV funcional, te será útil si has ido saltando de un campo profesional a otro de forma recurrente.
-
No olvides tu valor añadido o elemento diferenciador.
¿A qué nos referimos con valor añadido o elemento diferenciador?, a aquello que hace diferente y más atractiva nuestra candidatura frente a otras. Puede que no le encuentres una clara o directa relación con el trabajo al que aspiras, pero muchas veces la relación existe, aunque sea sutil. Por ejemplo: Estancias en el extranjero, actividades deportivas o artísticas, organización de eventos, actividades asociativas, voluntariados, creaciones audiovisuales, preparación de oposiciones o trabajos temporales durante los estudios, pueden haberte ayudado a adquirir conocimientos o a desarrollar competencias muy valoradas por la empresa a la que te diriges.
Siempre que sea posible, procura darle a esto que te hace diferente y más atractivo frente a otros candidatos, el protagonismo que merece, y evita relegarlo al cajón de sastre de “OTROS DATOS DE INTERÉS”, es probable que allí ubicado, pase desapercibido o no llegue a leerse. Utiliza alternativas, como crear otros apartados, o incluirlo, cuando proceda, en los apartados de formación o experiencia.
Por ejemplo, puedes incluir una beca Erasmus en el apartado “FORMACIÓN ACADÉMICA” si es de estudios, en el de “EXPERIENCIA” si es de prácticas, o crear un nuevo apartado como el de “EXPERIENCIA INTERNACIONAL”.
-
Lo bueno, si además es bonito, mucho mejor.
Por último, no nos olvidamos del diseño. Si tu CV tiene una buena presentación, tendrás mucho ganado. En Pinterest, puedes buscar “CV” y te aparecerán miles de ejemplos de verdaderas preciosidades de CV´s. Aquí te mostramos algunos ejemplos.
No te pedimos que hagas un CV digno de un diseñador gráfico, pero sí que sigas nuestros consejos y te tomes algún tiempo para revisar y mejorar tu CV.
Si no eres un experto combinando colores, lo mejor es no abusar de ellos, y escoger tonos neutros y suaves. Te dejamos algunas paletas de las que podrás seleccionar un par de colores (no te aconsejamos más) para usar en tu CV.
Respecto al color de la fuente, los menos arriesgados son el negro o gris muy oscuro, sobre fondo blanco o claro, y el gris muy muy claro, para pequeños textos sobre fondos oscuros.
Juega con las herramientas que te ofrece cada programa para realizar tu propio diseño, te sorprenderán las cosas que incluso en Word o Power Point, puedes conseguir. Pero no olvides que menos es más, y no abuses de iconos e imágenes.
Si quieres ir un paso más allá y que tu CV no deje indiferente a nadie, inspírate en los ejemplos de nuestros CV´s Creativos y usa los recursos que te dejamos a continuación para instalarte nuevas fuentes o buscar combinaciones armoniosas de colores.
Ánimo y… ¡manos a la obra!
Fuentes: The Ladders, Gina Aran, unostiposduros.com, elaboración propia.