¿Acabas de terminar filología y te preguntas cómo vivir de tu profesión? Aquí tienes algunas ideas para ir encaminándote hacia el trabajo para que el que has nacido.
Lo primero y fundamental es que te preguntes qué tipo de trabajo te gustaría desarrollar, la vida laboral es demasiado extensa para hacer de ella un suplicio.
La salida obvia para el estudiante de filología es la enseñanza, ya sea reglada o no reglada, pública o privada, de secundaria o universitaria. Si tienes vocación docente, lo tienes relativamente fácil. Lo siguiente que tendrás que decidir es en qué ámbito te gustaría ejercer.
Para dar clases en secundaria, necesitarás hacer el MAES, y superar los procesos selectivos de acceso a las plazas en centros públicos. En nuestro post “OPOSICIONES DE SECUNDARIA, ¿QUIÉNES PUEDEN PRESENTARSE?” te explicamos con detalles los requisitos y procedimientos. Si prefieres ejercer en centros privados, te recomendamos que te pongas las pilas con los idiomas, siendo los más solicitados el inglés, alemán y francés. La acreditación en una segunda e incluso tercera lengua, te facilitará también el acceso a determinadas bolsas y especialidades en la enseñanza pública, y siempre es un plus. También para trabajar en la enseñanza privada, necesitarás estar en posesión del título del MAES.
Si tu objetivo es dedicarte a tiempo completo a dar clases en la universidad, y aspiras a cierta estabilidad, deberás encaminarte hacia la obtención del doctorado y la acreditación por la ANECA o la AAC. En nuestro post “¿TIENES LO QUE HACE FALTA PARA SER PROFESOR DE UNIVERSIDAD?” te explicamos el proceso a seguir para convertirte en profesor universitario.
También tendrás la posibilidad de ejercer como docente en centros de enseñanza no reglada como academias, empresas de formación o incluso establecerte por tu cuenta como freelance. Para ello, no necesitarás reunir los requisitos anteriores, aunque siempre te facilitarán el acceso a mejores oportunidades de empleo. Si te decantas por esta opción, has de estar preparado para experimentar que nadie es profeta en su tierra, y tus conocimientos sobre la lengua hispánica serán mucho mejor valorados al otro lado de nuestras fronteras. Ello no significa que no tengas oportunidades dentro de nuestro territorio, cada vez más nativos se interesan por formarse como profesores de español como lengua extranjera, con la esperanza de abrirse camino como docentes en el extranjero. Si te interesa esta posibilidad echa un ojo a las páginas del Instituto Cervantes y FEDELE, Federación Española de Escuelas de Español para Extranjero.
Pero somos conscientes de que no todo el mundo ha nacido para enseñar. Si es ese tu caso, no desesperes, porque hay opciones más allá de la docencia.
La lingüística aplicada en todos sus expresiones (computacional, de corpus, forense…) pone de manifiesto el interés de la investigación filológica y lingüística más allá del ámbito puramente académico e incluso humanístico. Así lo evidencian la proliferación de disciplinas que estudian la relación entre el lenguaje y la ciencia y la tecnología. Con esta tendencia se abre ante los filólogos un mundo de posibilidades profesionales en los sectores tecnológicos y científicos.
Para abrirte camino en este campo, te será de gran ayuda una formación de postgrado específica.
Puede que todo esto te resulte un poco friki, y que tu objetivo profesional esté más dirigido hacia el asesoramiento lingüístico. Si es así, son muchos los contextos posibles para el ejercicio de tu profesión. Podrías trabajar en la redacción y corrección de textos humanísticos, jurídicos, técnicos, científicos, didácticos o comerciales o colaborando como asesor para medios de comunicación, tanto en el marco de la Administración Pública como en la empresa privada.
Sin duda, especialmente relevante es el papel del filólogo en la industria editorial, donde podrías desarrollar funciones de redactor, editor, corrector de textos y estilos, lector, coordinador, consultor, crítico literario o atención al público en librerías.
Pero existen otras profesiones que te permitirán poner en valor tus conocimientos, entre ellas:
Mediador lingüístico e intercultural en instituciones y entidades constituidas por profesionales de distintas culturas o nacionalidades, o dirigidas a la atención de inmigrantes y extranjeros. En especial, en el ámbito de las Administraciones públicas, en instituciones de la Unión Europea y del Cuerpo Diplomático.
Gestor cultural en el ámbito de los distintos organismos públicos: ministerios, comunidades autónomas, ayuntamientos, juntas municipales, etc. Con mayor demanda en poblaciones con gran presencia de personas de distintas culturas o donde coexisten diversas lenguas.
Gestor de documentación, y facultativo o ayudante de archivos, bibliotecas y museos.
Organizador de eventos culturales y de actividades lúdico-culturales en organismos públicos y privados y dirigidos a distintos grupos: mayores, niños, jóvenes, extranjeros, personas con discapacidad, colectivos en riesgo de exclusión, etc.
Monitor de talleres de escritura y lectura en centros culturales y asociaciones.
Influencer, social media, community manager o copy en una agencia de publicidad.
Sin olvidarnos de las profesiones de traductor e intérprete o guía turístico, para las que podrás habilitarte mediante la acreditación de los requisitos necesarios para su ejercicio, o mediante la superación de las pruebas de aptitud pertinentes.
Para terminar, te dejamos algunos enlaces que te permitirán completar la información que te hemos ofrecido, que esperamos te resulten de utilidad.
- Instituto Cervantes.
- FEDELE, Federación Española de Escuelas de Español para Extranjero.
- COIE Universidad de Murcia: Descripción de las principales salidas profesionales de Filología Clásica
- COIE –UNED: salidas profesionales lengua y literatura español
- Información US- Grado Filología Hispánica
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