¡¡El esfuerzo y dedicación invertida en tu búsqueda de empleo, ha dado su fruto!! Por fin te han llamado para firmar tu nuevo contrato de trabajo. Es un momento muy importante y te sientes muy feliz por cambiar tu realidad.
Sin embargo, esa alegría no debe distraernos a la hora de saber exactamente qué estamos firmando. Es por eso que lo primero que debes hacer es leer detenidamente TODO el documento y tomarte tu tiempo. Siempre tendemos a hacer una lectura rápida para no dar la sensación de que no nos fiamos o porque pensamos que no nos pueden engañar. Más vale tomarnos el tiempo necesario que arrepentirnos un tiempo después.
A continuación te dejamos algunos de los aspectos más importantes en los que debes fijarte antes de firmar tu contrato:
Consigue tu número de Afiliación a la Seguridad Social.
Es lo primero que debe pedirte una empresa antes de firmar un contrato. Si no lo hace, te estaría contratando de forma ilegal. El número de la Seguridad Social es lo que te identifica como ciudadano y te incluye como beneficiario del sistema. Sin este número no puedes trabajar y además estás excluido de toda prestación social, incluido el sistema sanitario, salvo que estés en condición de beneficiario de otra persona. Para conseguir tu número de la Seguridad Social puedes acudir a cualquier oficina de la Tesorería General de la Seguridad social, pidiendo cita previa o tramitarlo de forma online en la página web de la Seguridad Social.
El tipo de contrato
En el documento que vayas a firmar debe reflejarse el tipo de contrato. Aquí puedes consultar los tipos de contrato que existen en la actualidad. Si se trata de un contrato mercantil, tenlo en cuenta porque los derechos no son los mismos que un contrato laboral y tendrás que darte de alta en el régimen de autónomos.
Verifica la jornada y la duración del contrato
¿Vas a trabajar a tiempo completo o a tiempo parcial? Normalmente, esta información aparece reflejada en horas semanales. Una jornada de 40 horas es a tiempo completo y suele distribuirse en 8 horas al día. En el caso de trabajar los fines de semana, también debe indicarse. Por otra parte, es fundamental que venga reflejada la fecha de inicio, si el contrato es indefinido o temporal y si existe un período de prueba. Este periodo puede variar entre uno y seis meses y l a empresa podría prescindir de tus servicios sin tener que indemnizarte.
Comprueba tus datos… y los de la empresa
Antes de firmar tu contrato de trabajo, además de comprobar que tus datos personales son correctos (DNI, nombre y apellidos, fecha de nacimiento, nivel formativo…), también es conveniente revisar los datos de la empresa que te contrata, sobre todo si el nombre de la empresa que aparece en el contrato es diferente a la que te ha ofrecido el puesto de trabajo.
Para asegurarte de que la empresa es de confianza, lo primero que debes hacer es buscar en Google qué aparece sobre ella No obstante, en el contrato siempre debe aparecer el CIF de la empresa (el número que la identifica), su razón social, el domicilio, el país y el municipio donde opera. También deben figurar el lugar físico donde desarrollarás tu trabajo (centro de trabajo).
El salario
El contrato debe reflejar cuánto vas a cobrar y especificar si se trata de salario bruto (antes de impuestos) o neto (después de impuestos, es decir, lo que vas a cobrar realmente todos los meses). Si se indica «salario según convenio», deberás percibir, como mínimo, el salario estipulado por el convenio colectivo.
Las vacaciones
Asegúrate de que aparecen reflejadas en el contrato y se corresponden con el mínimo de 30 días naturales por año trabajado o con las que estipule el convenio colectivo correspondiente.
La categoría profesional
Es muy importante que prestes especial atención a este apartado a la hora de firmar tu nuevo contrato. Asegúrate de que la categoría profesional que figura en el contrato se corresponde con la tuya y no con una inferior.
Cuidado con los anexos y cláusulas adicionales
En muchas ocasiones, se incluyen cláusulas adicionales donde la empresa puede «colarte» algunas obligaciones que no te corresponden o no te va a retribuir; lo que siempre llamamos la letra pequeña. Es importante dedicar tiempo a leer los anexos y todas las cláusulas adicionales del contrato, asegurándonos de cuáles son sus implicaciones y de si nos interesa o no aceptarlas.
Algunas de esas cláusulas son las de confidencialidad, exclusividad, derechos de autor y protección de datos. No tienen por qué ir necesariamente en contra del trabajador, pero es importante que las leas con atención antes de firmar.
Atención a los espacios en blanco
En un contrato de trabajo no debe haber espacios en blanco o apartados sin rellenar. Si detectas algo que está incompleto, no dudes en comentarlo. No firmes ningún documento en el que falte información relevante (salario, jornada, etc) o donde tengas dudas.
Hazte con una copia, siempre
Una vez que hayas firmado el contrato, es muy importante que obtengas una copia con el sello de la empresa y que te la entreguen en el mismo momento de firma.
¿Te han dado de alta en la Seguridad Social?
Lo habitual es que recibas un mensaje de texto de la Seguridad Social comunicándote el alta, pero también puedes comprobarlo consultando el informe de tu vida laboral. Ahí quedan reflejadas todas las altas, organizadas por tiempo, empresa, régimen…
Confirmar que el contrato cumple con lo que estipula el convenio colectivo
Una vez conozcas el convenio colectivo sectorial al que perteneces, podrás comprobar si la franja salarial, la jornada, las vacaciones y demás conceptos de tu contrato se ajustan a lo estipulado en dicho convenio.
Fuentes: Fundación Adecco; elaboración propia