¿Te distraes con el vuelo de una mosca? ¿Eres el rey de la procrastinación? ¿Se te va el tiempo en tareas superfluas y acabas dejando lo importante para última hora? ¿No cumples ni de casualidad con lo planificado? No sufras, la mayoría de los mortales se ven afectados por estos males. Para luchar contra ellos te proponemos 10 pautas que harán tus días más productivos.
1.Define con claridad tus objetivos y la forma de alcanzarlos.
La primera condición para ser productivos es tener claros nuestros objetivos y las acciones que nos acercan a ellos.
2. Prioriza tus tareas pendientes y clasifícalas.
Debemos aprender a priorizar entre nuestras tareas aquellas que son importantes, o lo que es lo mismo, aquellas que nos permitirán alcanzar nuestros objetivos. Para averiguar cuándo una tarea es importante, debemos preguntarnos qué consecuencias tendría dejar de hacerla.
Por ejemplo: ¿Qué consecuencias tendría no presentar el TFG? Tendríamos que volver a matricularnos pagando más caros los créditos, y podría hacernos perder la oportunidad de ser contratados.
Hay muchas herramientas que te ayudarán a priorizar entre tus tareas pendientes. Una de las más empleadas es el cuadro de Eisenhower que te mostramos más abajo. También existen metodologías que han demostrado dar resultados espectaculares en la mejora de la organización y productividad personal. Si te interesa este tema, no puedes dejar de leer Getting Things Done (GTD) de David Allen. En Internet encontrarás miles de videos, infografías y entradas de blog que resumen sus principales aportaciones.
3. Fíjate un horizonte temporal.
Toda tarea sin horizonte temporal se dilata de manera indefinida. Por eso es importante que te marques metas y delimites el tiempo disponible para alcanzarlas.
Ejemplo: Enviar objetivos del TFG al tutor antes del viernes.
4. Divide tus proyectos en tareas.
Hay proyectos que por sus grandes dimensiones (reales o no) nos asustan y empujan a un ejercicio constante de procrastinación. ¿Cómo luchamos contra esto? O lo que es lo mismo, ¿cómo nos comeríamos un elefante? Muy sencillo, por partes.
La mejor forma de hacer abarcables proyectos complejos, es dividirlos en tareas y programar su ejecución.
5. Termina lo que comienzas: Cierra ciclos.
La única manera de avanzar en la consecución de nuestros objetivos es ir completando total o parcialmente las tareas que iniciamos en cada jornada de trabajo. Si no es así, nos veremos obligados a retomarlas desde el principio al día siguiente. Por ejemplo, si invertimos un día revisando textos, debemos extraer y anotar sus principales ideas, para no vernos forzados a releerlos de nuevo al día siguiente.
6. Celebra tus logros.
Una forma de mantenernos motivados cuando nuestros objetivos se pierden en el horizonte es ir premiando nuestros pequeños logros. Por ejemplo, si cumplimos con nuestra programación semanal podemos darnos algún capricho como ir al cine, o comprarnos un libro. En el ámbito laboral, cuando terminemos una tarea, podemos escuchar una canción o tomarnos una pieza de fruta.
7. Lucha contra los ladrones del tiempo.
Hablamos de ladrones del tiempo para referirnos a esas distracciones internas y externas que ocupan nuestro tiempo impidiéndonos ser más productivos.
Nos corresponde a cada uno identificarlos y luchar contra ellos. A continuación te nombramos algunos de los más comunes.
8. Finaliza la jornada chequeando las tareas realizadas y planificando el día siguiente
No hay mayor recompensa a nuestro esfuerzo que comprobar al final de la jornada que hemos alcanzado nuestros objetivos. Para conseguirlo debemos marcarnos metas que nos supongan un reto, pero estén a nuestro alcance. Si nos quedamos cortos, rendiremos por debajo de nuestras posibilidades, y si nos pasamos, viviremos en un estado de permanente frustración.
Tras el checking, dedicar unos minutos a planificar el día siguiente, hará mucho más productiva nuestra próxima jornada, ayudándonos a arrancar nuestra actividad laboral con mayor premura y permitiéndonos pasar las noches con la cabeza más despejada.
9. Utiliza sistemas de archivo y mantén el orden.
No subestimes la importancia de ser organizado en el trabajo. Archivar y mantener el orden en tu lugar de trabajo te ahorrará mucho tiempo en búsquedas improductivas.
10.Sucumbe a las ventajas de las nuevas tecnologías.
Si eres de los que se resisten a los cambios y prefieren seguir haciendo las cosas como siempre, te equivocas de lleno. Siempre resulta rentable invertir algún tiempo en aprender a automatizar, o realizar de forma más eficiente tus tareas.
Sigue estos consejos y conseguirás irte a casa con la satisfacción de haber realizado tu trabajo.
Fuente: elaboración propia.