En la mayoría de los casos la elección del título universitario condiciona en gran medida la profesión que realizaremos en un futuro. A pesar de esto siempre es posible dedicarse a un área específica de nuestra carrera u orientarse posteriormente hacia campos afines si contamos con formación especializada que complete nuestro currículum, como másters, expertos, postgrados, cursos específicos o idiomas.

A la hora de decidir la tipología de formación que queremos y necesitamos, es importante hacer un trabajo de autoconocimiento sobre nuestras expectativas profesionales, intereses, gustos y competencias así como una valoración de cuales son las salidas laborales actuales en nuestro perfil profesional. Teniendo claras las opciones entre las que nos gustaría desarrollarnos, podremos investigar sobre aquellos recursos formativos que nos ayudarán a completar los conocimientos que puedan demandarnos y aquellos que las empresas valoren de manera específica en sus vacantes.

La realización de una formación de larga duración como un máster o un postgrado es indispensable para el ejercicio de muchas profesiones. En el caso de que no sea obligatoria también es importante pues nos ayuda a distinguirnos del resto de candidatos y a demostrar que somos expertos en un área concreta. Su elección debe ser muy meditada y debe tener en cuenta nuestro objetivo y perfil profesional, por lo que deberemos de hacer un trabajo detenido de consulta sobre la oferta académica oficial y propia que podemos encontrar en nuestra universidad.

A lo largo de toda nuestra carrera profesional y junto con la realización del posgrado, es imprescindible que realicemos formación complementaria que nos facilite contenidos y temáticas más específicas y/o actualizadas dentro de nuestra área concreta de conocimiento y que, además, marquen la diferencia con respecto a los candidatos con los que podamos competir en un momento dado.