Cómo lograr que tu currículum tenga “Buena Presencia”

Todos sabemos que el CV supone ser, generalmente, nuestra primera toma de contacto con una empresa demandante. Al igual que cuando nos citan para una entrevista de trabajo cuidamos concienzudamente nuestro aspecto exterior procurando dar una buena impresión a nuestro evaluador, debemos aplicar la misma idea a los momentos previos de un proceso de selección.

En este sentido, a la hora de diseñar nuestro CV, debemos tener en cuenta cuáles son los aspectos que revalorizarán el mismo haciéndolo más atractivo a la empresa destino de nuestra solicitud.

Para ello, es importante tener en cuenta las siguientes 4 recomendaciones:

Aspecto visual atractivo, original e impactante

El aspecto visual es el que primero es procesado por los evaluadores, por lo que cuidar y calcular con sumo detalle su apariencia puede ayudarnos a que el CV sea escogido y leído con más probabilidad que otro que pueda pasar más desapercibido.

Buscar un diseño atractivo, moderno y original, siempre será un valor añadido a la hora de participar en una criba de CV,  aunque tendremos que tener en cuenta varias objeciones.

Los diseños deben ser coherente con el puesto al que estemos optando, teniendo en cuenta la naturaleza del mismo:  No será igual un puesto de ejecutivo de cuentas, por ejemplo, que el de un técnico en publicidad y marketing.  En cada uno de estos casos se valorarán diferentes aspectos y competencias que ya pueden ir plasmadas de manera no escrita en nuestro CV. En el primer caso optariamos por un diseño más serio y formal en cuanto a colores y formas, teniendo en cuenta que es un puesto donde la seriedad y formalidad es valorado de manera específica. En puestos como el segundo, podemos tener la libertad para hacer uso de nuestra creatividad y optar por diseños divertidos, coloridos y originales, ya que es precisamente las competencias creativas las que más se valorarán en dichas ocupaciones.

Estructura ordenada, coherente y clara

Una vez tenemos decidido nuestro diseño es importante cuidar el orden y estructura de los contenidos. Debemos elegir un esquema claro, destacando en primer lugar los aspectos más importantes como son los Datos Personales y la Formación y/o Experiencia.

La posición del contenido debe seguir una buena lógica y potenciar aún más el atractivo del documento. Hacer uso de tablas y/o numeraciones pueden ser una buena estrategia para lograr un esquema y estructura adecuados, evitando así una organización de la información desordenada, caótica o aleatoria. Cuando en el primer vistazo aparezca un documento cuyo contenido esta organizado adecuadamente las probabilidades de que éste sea atendido y comprendido correctamente aumentarán considerablemente.

Contenido de fácil lectura y entendimiento

Teniendo listos estos aspectos gráficos y visuales, toca atender ahora los factores relacionados con el contenido del que forma parte nuestro CV. Obviando aquellos aspectos de los que hemos hablado otras veces con respecto a la información de la que consta cada una de las partes del currículum, nos centraremos esta vez en CÓMO contar y mostrar esta información.

Al igual que antes hablamos de guardar una estructura esquemática coherente, lo mismo ocurre con la información que escribimos en el documento. Esta debe ser concisa, a lo que muchas veces llamamos “modo telegrama”, evitando redactar y describir de manera detallada los aspectos que queremos plasmar.

Así, como ejemplo,  en los aspectos formativos nos basta con citar de manera abreviada los nombres de los cursos junto con sus centros y ubicaciones, así como, en el caso de la experiencia,  los puestos de trabajo, junto con los nombres de empresas y unas pocas funciones.  En el caso de los CV no se cumple la expectativa de que más es mejor, si no de que podamos contar todo lo que queramos de una manera rápida, sencilla y eficaz.

Elementos diferenciadores e identificativos

Siguiendo con la línea de los factores de contenido, destacamos en este caso aquellos aspectos que dicen realmente algo de nosotros, y que nos pueden diferenciar del resto de los candidatos que “compiten” con el puesto o empresa en cuestión. Es importante contar la información normativa que siempre debemos plasmar en un CV, como experiencia, formación, idiomas o disponibilidad, entre otros, pero es igual o incluso más importante, poder destacar también algunos aspectos que puedan ser más identificativos de nosotros mismos.

Desde citar cursos de formación específicos que hayamos podido hacer alguna vez y que resulten de gran interés hasta experiencias que aún sin estar directamente relacionadas con nuestro puesto objetivo supone la demostración de poseer competencias interesantes y necesarias para la empresa a la que no queremos dirigir (por ejemplo, otras experiencias relacionadas con puestos de atención al cliente o venta). En este sentido, destacamos también lo importante de citar algunos hobbies y demás ocupaciones extralaborales como, por ejemplo, actividades artísticas o deportivas, que también pueden suponer la posesión de aptitudes valorables por los evaluadores que podamos encontrarnos.

En estos casos, es importante hacer una valoración previa de la empresa y/o la oferta de empleo a la que nos dirigimos, para poder hacer una previsión de aquellos aspectos que creemos que más nos valorarán, intentando así, plasmarlo en nuestros CV.

Y ahora toca aplicar nuestra capacidad creativa para poner en marcha todos estos pequeños consejos, no bajes la guardia ahora que empieza un nuevo año!